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Accidente de tráfico y Whiplash (latigazo cervical)

El whiplash o latigazo cervical es un mecanismo lesional de aceleración-desaceleración que transmite su energía al cuello. Puede ser el resultado de colisiones en accidentes de vehículos por impacto posterior o lateral, pero puede producirse también en accidentes de inmersión en el agua o en otros tipos de accidentes, el impacto produce una lesión de los huesos o de los tejidos blandos cervicales y se expresa en una variedad de manifestaciones sintomáticas. Su definición científica es la siguiente: un whiplash es “una experiencia traumática de corto plazo en el cual se produce un movimiento articular excesivo en dos direcciones, fuera de los límites anatómicos y fisiológicos, debido a un cambio brusco en la inercia donde los vectores de fuerzas afectan los sistemas integrales del cuerpo”. Todo este mecanismo ocurre en cuestión de milisegundos.

De todas las causas que hemos mencionado anteriormente la más frecuente es el accidente de tráfico, aunque también se puede presentar como consecuencia de otros mecanismos traumáticos entre los cuales destacan: golpes, caídas, inmersión en el agua, etc.

De las múltiples repercusiones lesivas que tiene sobre todo el organismo afecta principalmente a la columna vertebral y cráneo, produciendo desajustes que se pueden traducir en una gran cantidad de variados síntomas en el paciente, estos pueden aparecer tanto a corto plazo (unos días/semanas después del traumatismo) como a medio-largo plazo (unos meses/años después del traumatismo).

Existen 2 tipos de clasificación de los Whiplash que fueron descritas por Croft en 1994 atendiendo a 2 criterios diferentes, según el tipo de choque y según el grado de seriedad de las lesiones.

  • Tipo de choque:
  • Tipo 1 – Choque posterior. Es el tipo más frecuente, siendo el 85% de todas las lesiones por latigazo cervical, ya que existen menos estudios en impactos de los otros 2 tipos.
  • Tipo 2 – Choque anterior.
  • Tipo 3 – Choque lateral.

*Solamente el 15% de todas las lesiones por latigazo cervical corresponden a los tipos 2 y 3.

  • Grado de seriedad:
  • Grado 1: impacto mínimo, ausencia de limitación de movimiento y ausencia de lesión ligamentosa o neurológica.
  • Grado 2: impacto ligero, restricción de movimiento y ausencia de lesión ligamentosa o neurológica.
  • Grado 3: impacto moderado, restricción de movimiento, lesión ligamentosa y posible lesión neurológica periférica.
  • Grado 4: impacto moderado-serio, restricción de movimiento, inestabilidad ligamentosa, trastornos neurológicos, fractura o lesión discal.
  • Grado 5: impacto serio con necesidad de una estabilización por cirugía.

Cuando un paciente sufre un Whiplash todo el mecanismo cráneo-sacro (conjunto de estructuras y elementos que forman parte del recorrido entre cráneo, columna vertebral y pelvis) está perturbado produciendo repercusiones sobre los ejes, nervios, estructuras vasculares, glandulares, viscerales y el ámbito psíquico. Las lesiones que pueden aparecer en consecuencia pueden afectar a: articulaciones y cápsulas, ligamentos, discos, huesos. A menudo, los signos y síntomas más frecuentes que vamos a encontrar en pacientes que presenten este síndrome son:

  • Tortícolis: problema en el cual los músculos de la región del cuello presentan un estado de contracción prolongada que provoca dolor y dificultad/incapacidad de movimiento. Se debe a la reacción de espasmo que sufren los músculos en el accidente y a las disfunciones óseas que se producen alrededor e irritan las estructuras nerviosas que inervan esos músculos, provocando ese estado continuo de contracción.
  • Cervicalgias: Dolor de la región del cuello que se genera como consecuencia de la contracción de la musculatura cervical y de los trastornos posicionales de las vértebras, como por ejemplo cuando hay rectificación cervical.
  • Migrañas o jaquecas: Es un tipo recurrente de dolor de cabeza que puede ser de intensidad moderada o intensa, y pueden ser pulsantes o vibrantes. Se producen como consecuencia de modificaciones de las tensiones de las membranas craneales y afectación de las estructuras vásculo-nerviosas que las atraviesan.
  • Neuralgia Cérvico-braquial: Es una inflamación nerviosa producida por compresión o irritación de la raíz de un nervio que sale de la región cervical baja, y que va a provocar dolor, hormigueos o parestesias en todo su trayecto a lo largo de cuello, hombro, clavícula y brazo.
  • Lumbalgias y ciatalgias: Dolores de la región lumbar que en ocasiones pueden irradiar hacia el miembro inferior como consecuencia de los conflictos articulares generados a nivel de la columna lumbar y articulaciones sacro-ilíacas, y que pueden generar dolor, problemas discales y nerviosos, y espasmos musculares.
  • Mareos, vómitos y vértigos: Se pueden producir como consecuencia de una impactación de los huesos del cráneo que altera la tensión de las membranas craneales y pueden provocar irritación en la salida de los nervios craneales que inervan la región del equilibrio en el oído (mareos, vómitos) o que inervan las vísceras digestivas (vómitos).
  • Zumbidos y bajada de la audición: Se produce por el mismo motivo que los mareos y vértigos, pero por afectación de los nervios craneales que inervan la región de la audición del oído.
  • Dolores de los ojos: Como consecuencia del compromiso sobre las estructuras vasculares craneales relacionadas con el sistema ocular.
  • Depresión, agresividad, insomnio, trastornos de la memoria y del carácter: debido a las alteraciones de las estructuras óseas craneales y del sistema nervioso vegetativo que controla y regula estos estados anímicos diferentes a través de los centros de mando superior.

Previo a la realización del tratamiento osteopático adecuado para aliviar los síntomas y eliminar los diferentes desajustes corporales generados por el traumatismo, ya han debido pasar unos días desde el accidente, y su médico posiblemente habrá realizado un examen neurológico y solicitado un estudio radiológico con el fin de descartar lesiones graves que puedan suponer contraindicaciones a nuestro tratamiento.

Una vez descartado todo tipo de lesión grave basaremos el tratamiento de osteopatía en la revisión y tratamiento de los 4 puntos más importantes a tener en cuenta en el caso del Whiplash:

  • Técnicas manipulativas y articulatorias de la pelvis: con el objetivo de liberar el posible conflicto articular generado en las articulaciones sacro-ilíacas tras el traumatismo, solucionando de esta manera los problemas de lumbalgias y ciatalgias descritos anteriormente.
  • Trabajo de la región dorsal: con el objetivo de liberar las diversas tensiones que se generan en esta región sobre todo en la zona central de la columna, y además esta región presenta una importante relación nerviosa con el sistema digestivo. Podemos emplear técnicas manipulativas, articulares, liberación de las tensiones torácicas, disfunciones costales y trabajo del diafragma.
  • Tratamiento de la región cervical: En esta región vamos a tener muy presente el trabajo y cicatrización de los tejidos blandos (músculos, ligamentos, discos…) y trabajo sobre la columna cervical alta y baja.  El objetivo será recuperar la movilidad del cuello, reducir el dolor y la rigidez, y disminuir la tensión de los músculos.
  • Trabajo del cráneo: Con la inercia del movimiento debido a la fuerte sacudida que sufre la cabeza durante un accidente, se generan muchas tensiones membranosas sobre todo en la región posterior de la cabeza. Esta región es por donde sale uno de los nervios que se dirige hacia la región visceral responsable de la sensación de malestar digestivo, nauseas, etc. Sale otro nervio que participa en el estado de contracción de la musculatura cervical ocasionando las tortícolis, cervicalgias, etc. También sale la vena yugular cuyo compromiso provoca cefaleas congestivas. Además esas membranas también están íntimamente relacionadas con las estructuras vásculo-nerviosas que van al ojo, oído… generando los problemas de dolores oculares, zumbidos, vértigos, etc. Por ello es fundamental el trabajo craneal tras un accidente de tráfico con el fin de equilibrar las tensiones membranosas disminuyendo la compresión que generan sobre las estructuras nerviosas provocando los síntomas descritos anteriormente, con el fin de disminuir los síntomas del paciente y mejorar su estado de salud.

En España se estima que aproximadamente el 15% de los accidentes de tráfico sufren un latigazo cervical. Otro estudio ha determinado que tanto en EEUU como en Europa occidental ha aumentado notablemente la incidencia de latigazo cervical relacionado con accidentes de tráfico en los últimos 30 años, y además suponen unos costes económicos muy altos.

En los EEUU se ha calculado que entre un 20-52% de los lesionados en un accidente de un vehículo a motor pueden sufrir un latigazo cervical o whiplash.

En un síndrome de latigazo cervical (SLC) la inmovilización con collarín no se recomienda en los estadios I, y en los II y III durante no más de 72 h. También se recomienda un programa de ejercicios para movilización temprana de cuello manteniendo reposo no más de 4 días. Se ha demostrado que con la actividad temprana tras un SLC se obtienen mejores resultados a largo plazo que con reposo e inmovilización iniciales de forma prolongada.

El 20% de las personas que se han visto involucradas en un accidente automovilístico referirán sintomatología lo que lo convierte en un problema epidemiológico, sin embargo, Yadla S y cols. aumentan este porcentaje hasta un 83%.

Las mujeres tienen un porcentaje más alto de posibilidad de sufrir un esguince cervical y a más largo plazo que los hombres, sobre todo las mujeres altas y con edades comprendidas entre los 20-50 años. Esto se debe a la forma de sentarse en los asientos y a la menor fuerza de los músculos del cuello.

Si has sufrido algún tipo de accidente de tráfico o traumatismo y refieres sintomatología como la que hemos descrito anteriormente en el texto, no dudes en ponerte en contacto con nosotros para recibir un diagnóstico adecuado y el tratamiento fisioterapéutico-osteopático más apropiado en tu caso, tendrás unos resultados eficaces y una notable mejora en tu estado de salud. Anímate a contactar con nosotros.

Bibliografía:

  • Ricard, F., Sallé, JL. (2003). Tratado de Osteopatía. Madrid: Médica Panamericana.
  • Ricard, F. (2005). Tratamiento osteopático de las algias lumbopélvicas. Buenos Aires; Madrid: Médica Panamericana.
  • Ricard, F. (2005). Tratado de osteopatía craneal: articulación temporomandibular. Buenos Aires; Madrid: Médica Panamericana.
  • Vicente Baños, A. (2009). “Epidemiología y repercusiones socioeconómicas del síndrome del latigazo cervical” en Revista fisioterapia (Guadalupe). Vol. 8 (nº2): 15-26.
  • Regal Ramos, RJ. (2011). “Síndrome de latigazo cervical. Características epidemiológicas de los pacientes evaluados en la Unidad Médica de Valoración de Incapacidades de Madrid” en revista medicina y seguridad del trabajo; 57 [225]: 348-360.

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